El costo total de construcción e implementación está claramente estimado en 1,497,858 dólares estadounidenses.

MANZANILLO, REPÚBLICA DOMINICANA – En la estratégica y noroccidental Bahía de Manzanillo, un proyecto de vanguardia espera la decisión del Ejecutivo para transformar no solo un litoral, sino el paradigma de desarrollo sostenible en la República Dominicana. Concebido como un pulmón ecológico y un motor económico, el «FrontPark Bahía Manzanillo» es hoy el centro de un llamado respetuoso pero firme al liderazgo del país.
Un llamado urgente para un proyecto bandera en Manzanillo
El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) hizo un llamado este domingo al presidente de la República, Luis Abinader, para que “ponga el corazón” en Manzanillo e inicie la construcción del proyecto ecoturístico «FrontPark Bahía Manzanillo». Esta iniciativa, descrita como un antes y un después para el municipio, busca transformar el frente costero en un polo de desarrollo sostenible, resiliencia climática y bienestar comunitario, consolidando una visión de progreso para el noroccidente del país.
Frank Valenzuela, presidente de la organización ciudadana, enfatizó que este proyecto no es una propuesta aislada, sino el resultado de un riguroso proceso de planificación comunitaria que busca activamente mejorar la calidad de vida de los residentes. La institución presenta el FrontPark como una respuesta directa a las necesidades de la población, que anhela espacios públicos de calidad para la recreación, el esparcimiento y el desarrollo de una economía turística que respete su invaluable entorno natural.
Valenzuela destaca que el proyecto está diseñado para impulsar un modelo de desarrollo en armonía con la naturaleza de la Bahía de Manzanillo. En su llamado al presidente Abinader y al ministro de Medio Ambiente, el centro subraya que la iniciativa surge desde el corazón de la comunidad, representando un esfuerzo colectivo por forjar un futuro más próspero y seguro. La propuesta busca equilibrar el aprovechamiento turístico con la protección ambiental, un objetivo clave para la sostenibilidad a largo plazo.
El presidente del Centro Cebamder aseguró que a través de su gestión se busca garantizar que el desarrollo de Manzanillo no solo se centre en grandes infraestructuras, sino en la creación de espacios que fomenten la cohesión social y la identidad local. El FrontPark es la materialización de esta visión, un parque lineal que servirá como punto de encuentro familiar y como un atractivo para el turismo consciente. La organización reitera que el momento de actuar es ahora para capitalizar el potencial latente.
El centro reitera al primer mandatario que este proyecto es una oportunidad de oro para demostrar un compromiso real con el desarrollo territorial equilibrado y la adaptación climática del país. CEBAMDER confía en que la puesta en marcha del FrontPark sentará un precedente sobre cómo la colaboración entre comunidad y gobierno puede generar proyectos transformadores que beneficien a los más de 3,407 residentes directos de Manzanillo y a toda la nación.
La promesa presidencial y la visión de un plan maestro del BID
El llamado de CEBAMDER adquiere una resonancia especial al evocar un compromiso previo. Frank Valenzuela recordó que a mitad del mes de julio del año 2022, el presidente Luis Abinader recibió en su despacho a una comisión del Consejo de Desarrollo del Municipio Pepillo Salcedo. En dicha reunión, el mandatario aseguró que la Playa Los Coquitos, que forma parte central del proyecto, «iba a ser intervenida por el Ministerio de Turismo para readecuarla y ponerla al servicio turístico de la comunidad».
La organización ciudadana destaca que la espera ha sido paciente y la planificación, exhaustiva. Valenzuela señaló que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha concluido la formulación de un gran proyecto, el Plan Municipal de Ordenamiento Territorial (PMOT), del cual el FrontPark es una pieza angular. Es por esta razón que CEBAMDER solicita la buena voluntad y generosidad del presidente para hacer realidad una visión que ya tiene bases técnicas y sociales sólidas.
La participación del BID en la fase conceptual es una garantía de que el proyecto incorpora las mejores prácticas internacionales en diseño urbano, sostenibilidad y resiliencia. El «FrontPark» no es una simple obra de embellecimiento, sino una intervención estratégica diseñada para reorganizar las actividades turísticas y de ocio bajo un enfoque de uso sostenible del ecosistema costero-marino. Esto lo convierte en un plan piloto de inmensa relevancia para otras zonas costeras del país.
El PMOT es una herramienta de gobernanza fundamental, y el FrontPark es una de sus iniciativas más emblemáticas, diseñada para mejorar el espacio público y mitigar los riesgos ambientales, en consonancia con la expansión del puerto y los proyectos energéticos. La propuesta arquitectónica, los estudios de ingeniería preliminares, la estimación de costos y el plan de implementación ya han sido desarrollados, lo que significa que el proyecto está listo para su ejecución.
La implicación del BID desde la génesis del plan dota al FrontPark de una estructura financiera y técnica robusta. El proyecto ha sido evaluado no solo por su impacto social y ambiental, sino también por su viabilidad y sostenibilidad operativa. Su ejecución representaría la culminación exitosa de un proceso de planificación ordenado y participativo, que contó con el apoyo de organismos internacionales de primer nivel y que hoy solo espera la decisión política.
FrontPark: una visión ecoturística en cuatro tramos funcionales

El proyecto FrontPark es un diseño urbano integral que se extiende a lo largo de 1.4 kilómetros de la costa de Manzanillo, abarcando una superficie total de 77,760 metros cuadrados. Según detalla CEBAMDER, el parque está concebido en cuatro tramos funcionales, cada uno con una vocación específica para crear una experiencia diversa, educativa y completa. Esta segmentación inteligente permite organizar el espacio público de manera eficiente y atractiva para residentes y visitantes.
El primer tramo, «El Muelle», funcionará como un acceso multifuncional desde el mar. Construido en madera tropical resistente y acero inoxidable, servirá para embarcaciones pequeñas y para fomentar el ecoturismo, con actividades como kayak y pesca recreativa. Su estructura elevada está diseñada para preservar las corrientes marinas naturales, minimizando el impacto en el sensible ecosistema local y sirviendo como un ícono de bienvenida.
El segundo tramo está dedicado a las familias con el «Parque Infantil». Este espacio prioriza el contacto con la naturaleza, utilizando arena y césped en lugar de superficies artificiales y juegos de madera de bajo impacto. Además, incluye «aulas al aire libre» y la siembra de árboles nativos como el guayacán, proporcionando sombra y espacios para la educación ambiental de las nuevas generaciones en un entorno seguro y estimulante.

El «Corazón Ecoturístico» constituye el tercer y más amplio tramo, albergando los servicios principales como restaurantes, baños y una imponente torre mirador para observar la panorámica de la bahía. Este tramo incorpora una laguna artificial para la gestión de aguas pluviales, reduciendo el riesgo de inundaciones , y una plazoleta con capacidad para 200 personas, destinada a ser el centro de la vida social y cultural del parque.

Finalmente, el cuarto tramo, el «Aula Ambiental El Puerto», será un centro de vanguardia para la educación sobre el cambio climático. Con un diseño sostenible que incluye techos verdes y paneles solares, ofrecerá talleres y exposiciones interactivas. Sus senderos recorren dunas costeras restauradas, que son fundamentales para la protección del litoral, combinando la apreciación paisajística del entorno industrial del puerto con la ecología.
Sinergia estratégica con la modernización del puerto
El llamado de CEBAMDER para la ejecución del FrontPark no puede entenderse sin considerar el contexto de la masiva inversión que ya se realiza en la zona. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financia la modernización y ampliación del Puerto de Manzanillo, un proyecto vital para la competitividad de la región. El FrontPark está diseñado para ser el complemento social y ambiental indispensable a esta obra, creando un entorno urbano a la altura de la nueva infraestructura portuaria.
El desarrollo del FrontPark y la modernización del puerto representan las dos caras de una misma moneda: el relanzamiento integral y equilibrado de Manzanillo. Mientras el puerto fortalecerá el comercio y la economía a gran escala, el parque ecoturístico mejorará la calidad de vida, atraerá turismo sostenible y protegerá el capital natural de la bahía. Esta sinergia es fundamental para un desarrollo duradero que no deje atrás a la comunidad, un riesgo en proyectos puramente industriales.
Desde CEBAMDER se argumenta con solidez que sería un error estratégico ejecutar una inversión millonaria en el puerto sin acompañarla de un proyecto de ordenamiento urbano-costero como el FrontPark. La modernización portuaria inevitablemente atraerá más actividad económica y poblacional, haciendo imperativo contar con espacios públicos planificados y una gestión ambiental robusta para evitar el crecimiento desordenado que ha afectado a otras zonas portuarias del país.
Por ello, la puesta en marcha del FrontPark es una acción lógica y necesaria para asegurar el máximo retorno social y económico de la inversión en el puerto. El parque no solo mitigará los posibles impactos negativos del crecimiento, sino que generará un valor añadido que hará de Manzanillo un destino mucho más atractivo para la inversión privada, el talento humano y el turismo de calidad. Se trata de una visión integral donde la infraestructura productiva y la social avanzan de la mano.
En definitiva, el proyecto FrontPark no es un gasto, sino una inversión en la viabilidad a largo plazo de la propia modernización del puerto. Consolida un modelo de desarrollo donde el progreso económico no está reñido con la justicia social ni con la sostenibilidad ambiental. Es la pieza que garantiza que el crecimiento de Manzanillo sea inclusivo, resiliente y un verdadero motivo de orgullo nacional, como lo ha solicitado la comunidad a través de CEBAMDER.
Ingeniería sostenible: la naturaleza como principal material de construcción
El FrontPark Bahía Manzanillo es un manifiesto de ingeniería sostenible, donde la naturaleza no es un obstáculo a vencer, sino el principal material de construcción. El diseño prioriza el uso de estructuras blandas sobre las duras, como la implementación de una barrera de dunas en lugar de muros de contención. Esta filosofía de diseño busca integrarse armoniosamente con el entorno costero, garantizando infraestructuras adaptativas y resilientes frente a las dinámicas del litoral.
El proyecto utiliza principalmente estructuras autoportantes de madera certificada y plástico reciclado, materiales seleccionados por su resistencia a las condiciones costeras, su bajo impacto ambiental y su flexibilidad. Desde el muelle hasta los módulos de juego y la torre mirador, cada elemento está pensado para minimizar la huella ecológica y maximizar la durabilidad, logrando un equilibrio perfecto entre estética, funcionalidad y sostenibilidad.
La vegetación es un componente estructural clave. Se plantarán árboles nativos como el almendro y el guayacán para ofrecer sombra, mejorar la calidad del aire y crear hábitats. En los tramos finales, plantas de dunas como la uva de playa y pastos marinos se usarán para estabilizar la arena y reducir la erosión de forma natural. Este paisajismo funcional es una solución basada en la naturaleza para los desafíos del entorno.
El manejo del agua es otro pilar de su diseño ecológico. El parque implementa un sistema integral para recolectar, retener, tratar y reutilizar el agua pluvial y residual. Mediante tanques subterráneos, canales con filtros biológicos y superficies permeables, se minimiza el riesgo de inundaciones y se aprovecha un recurso vital, demostrando una gestión hídrica de vanguardia.
En esencia, cada componente del FrontPark está diseñado para trabajar con el ecosistema, no contra él. Es una demostración palpable de que la ingeniería moderna puede y debe ser una aliada de la conservación. Esta aproximación no solo es ambientalmente responsable, sino que reduce costos de mantenimiento a largo plazo y crea un espacio público mucho más agradable y resiliente para el disfrute de la comunidad.
Resiliencia climática y blindaje ante la erosión costera
El diseño del FrontPark se fundamenta en una rigurosa evaluación de riesgos climáticos, que lo posiciona como un modelo de adaptación para zonas costeras vulnerables. El análisis de las condiciones oceanográficas de la bahía reveló que, si bien el riesgo de inundación por marejadas es bajo debido a la pronunciada pendiente del fondo marino, la principal amenaza es la erosión costera por la energía concentrada de las olas.
En respuesta directa a este diagnóstico, el proyecto implementa la consolidación y restauración de una barrera de dunas en los tramos 3 y 4. Estas dunas, estabilizadas con vegetación nativa, funcionarán como un escudo natural y flexible que disipa la energía de las olas, protege la infraestructura turística y previene el retroceso de la línea de costa. Es una solución basada en la naturaleza, mucho más efectiva y sostenible que las estructuras duras.
El análisis histórico de la línea de costa entre 2000 y 2023 ya muestra fenómenos de erosión que han afectado viviendas en puntos críticos. El FrontPark no solo detendrá este proceso, sino que lo revertirá mediante técnicas de bioingeniería, reorganizando las actividades humanas para que sean compatibles con la dinámica natural de la playa. El proyecto incluye la demolición de estructuras en riesgo y la creación de un espacio público resiliente.
Además de las dunas, la gestión integral del agua con lagunas de retención y la siembra de manglares contribuyen a la resiliencia del sistema. Estas medidas mejoran la capacidad del territorio para absorber impactos de lluvias intensas y aumentan la biodiversidad, creando hábitats que a su vez fortalecen la protección costera. El proyecto es un sistema interconectado donde cada elemento refuerza la estabilidad del conjunto.
Por todo ello, CEBAMDER insiste en que el FrontPark no es solo un parque, sino una infraestructura de defensa climática vital para Manzanillo. Su ejecución demostraría un enfoque proactivo y científico para la adaptación, estableciendo un estándar nacional sobre cómo proteger nuestras costas, nuestras inversiones y a nuestra gente frente a los inevitables desafíos del cambio climático, una prioridad para el gobierno.
Un ecosistema de economía circular y cero emisiones
El FrontPark está concebido para operar como un ecosistema casi autosuficiente, promoviendo una economía circular y minimizando su huella de carbono. La gestión de residuos sólidos es un pilar de esta visión, con un sistema que incluye separación en origen, reciclaje y compostaje para minimizar el impacto ambiental. Estaciones de reciclaje estarán ubicadas estratégicamente en todos los tramos para facilitar la participación de los visitantes.
En el corazón del sistema se encuentra un centro de compostaje en el Tramo 3, que procesará los residuos orgánicos del parque para generar abono de alta calidad. Este compost se reutilizará en las propias zonas verdes del proyecto, reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos y cerrando el ciclo de los nutrientes. Este modelo no solo reduce los desechos enviados a vertederos, sino que promueve una economía circular tangible y educativa.
La sostenibilidad energética es otro eje fundamental, con un sistema de alumbrado público basado principalmente en energía solar y luminarias LED de bajo consumo. Esta infraestructura, resistente a las condiciones climáticas, reducirá la dependencia de la red eléctrica y disminuirá las emisiones de gases de efecto invernadero. Sensores de movimiento optimizarán el consumo, asegurando que la energía se utilice solo cuando sea necesario.
La movilidad dentro del parque también está diseñada para ser de cero emisiones. Se ha restringido el tráfico vehicular en el frente de playa, dedicando el eje principal a peatones y ciclistas, lo que reduce la contaminación y mejora la seguridad. El parque se conectará con la infraestructura ciclística de la ciudad y contará con estaciones de carga para vehículos eléctricos en su aparcamiento.
En conjunto, estas medidas convierten al FrontPark en un laboratorio vivo de sostenibilidad. Demuestran que es posible crear espacios públicos de alta calidad que no solo no dañan el medio ambiente, sino que contribuyen activamente a su regeneración. Es un modelo de desarrollo bajo en carbono que posicionaría a la República Dominicana a la vanguardia de la planificación urbana sostenible en el Caribe.
Un proyecto viable y presupuestado: la decisión final en manos del Ejecutivo
CEBAMDER enfatiza al presidente Abinader y a las altas instancias del gobierno que el FrontPark Bahía Manzanillo ha superado la fase de ser una simple idea para convertirse en un proyecto técnica y financieramente definido. Se cuenta con una propuesta arquitectónica detallada, estudios preliminares de ingeniería, visualización completa del proyecto y un análisis costo-beneficio que garantiza su impacto positivo y su viabilidad a largo plazo.
El costo total de construcción e implementación está claramente estimado en 1,497,858 dólares estadounidenses. Este presupuesto desglosa cada partida, desde las demoliciones y la preparación del terreno hasta la construcción del muelle, la iluminación y el mobiliario, garantizando una total transparencia en el uso de los fondos. Es una inversión precisa y controlable, no una cifra abierta, lo que facilita enormemente la decisión de proceder.
Además, se ha desarrollado una propuesta de implementación por fases, lo que permite una gestión flexible y eficaz de los recursos. El plan de construcción contempla una duración aproximada de 17.5 meses, con una primera fase de preparación del terreno (1% de la inversión), una segunda de construcción de infraestructuras (57%) y una tercera de paisajismo (38%). Este enfoque gradual asegura el cumplimiento de plazos y presupuesto.
El proyecto no solo está listo para ser construido, sino que también contempla su operación a futuro, con costos de mantenimiento anuales estimados y la creación de al menos cinco empleos directos para su correcto funcionamiento en áreas como administración y jardinería. Es un plan integral que considera todo el ciclo de vida de la infraestructura, asegurando su sostenibilidad en el tiempo.
Por todo lo anterior, el Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional concluye su llamado con un mensaje de urgencia y oportunidad. La decisión de dar luz verde a este proyecto transformador está ahora en manos del Ejecutivo. Ejecutar el FrontPark no solo cumpliría una promesa, sino que enviaría una poderosa señal del compromiso de esta gestión con la planificación, la sostenibilidad y el bienestar de su gente. Manzanillo está listo. El plan está hecho. Solo falta la acción.