Por Agencia EFE
Santo Domingo — La República Dominicana ha intensificado su política migratoria, deportando a 2.188 haitianos indocumentados en poco más de un mes, entre ellos 186 mujeres embarazadas que fueron detenidas tras buscar atención médica en hospitales públicos. La medida, respaldada por un protocolo que vincula el acceso a la sanidad con la deportación, ha suscitado duras críticas de organismos internacionales como la ONU y Amnistía Internacional.
Según la Dirección General de Migración (DGM), entre los repatriados se encuentran también 559 mujeres en trabajo de parto y 648 menores de edad, en una operación que se desplegó entre el 21 de abril y el 30 de mayo en 33 hospitales del país. Estas acciones forman parte de una batería de 15 medidas impulsadas por el presidente Luis Abinader para contener la migración desde Haití, nación sumida en una prolongada crisis humanitaria y de seguridad.
El protocolo, acordado entre el Servicio Nacional de Salud y la DGM, ha supuesto la puesta en marcha de 642 operativos, lo que, según el Gobierno dominicano, ha provocado una “notable reducción” del flujo migratorio irregular y ha fortalecido el control sobre la documentación de extranjeros.
Las autoridades explican que el procedimiento incluye el traslado de las pacientes tras recibir el alta médica, especialmente en el caso de mujeres en posparto, respetando un periodo mínimo de observación: 72 horas para partos naturales y siete días para cesáreas. La DGM asegura que se garantiza un “trato humano” durante todo el proceso y que se emplean vehículos adecuados para el transporte de mujeres y menores hasta la frontera, con la atención necesaria para el viaje.
El Ejecutivo justifica estas medidas como parte de su estrategia para “salvaguardar la salud pública, garantizar el uso adecuado de los recursos del Estado y mantener el orden migratorio”, siempre, insisten, “respetando la dignidad humana”.
Sin embargo, la respuesta internacional no se ha hecho esperar. Amnistía Internacional ha instado al Gobierno dominicano a derogar el controvertido protocolo, mientras que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió recientemente que la medida podría tener consecuencias graves y disuadir a mujeres embarazadas de acudir a hospitales por temor a ser deportadas.
Desde octubre de 2024, la República Dominicana viene ejecutando un plan para repatriar a 10.000 haitianos por semana, según datos oficiales. Solo en los primeros cuatro meses de este año, el país deportó a más de 119.000 haitianos indocumentados, lo que representa un aumento del 71% respecto al mismo periodo del año anterior, según cifras de la DGM.
La situación refleja el endurecimiento de la política migratoria dominicana en el contexto de una frontera cada vez más tensa y una crisis regional que sigue sin resolverse.
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